Todos son opciones válidas y compatibles entre sí. El COVID 19 impuso la educación a distancia, por obligación, con las restricciones para los desplazamientos y las reuniones.
Superada esta imposibilidad, la evolución de la sociedad y la innovación de ese modelo hacia el aprendizaje híbrido se ha demostrado como un modelo educativo sumamente efectivo en la era post-pandemia que estamos atravesando actualmente, y en el que nos vamos a centrar.
Algunos estudios confirman que este sistema puede llegar a influir de manera sustancial en el desempeño académico y en la motivación de los estudiantes, en comparación con sistemas como el presencial o el online, de forma exclusiva.
El modelo de aprendizaje híbrido, que combina clases presenciales y virtuales, integra la instrucción cara a cara con la educación virtual. Fomenta un entorno educativo más inclusivo, dinámico y flexible por su notable capacidad para adaptarse a las diversas y particulares necesidades individuales de los estudiantes.
La combinación de sesiones presenciales (enfocadas en talleres prácticos, proyectos y simulaciones) con clases online (teoría, lectura y autoestudio) asegura un enfoque integral que responde a las demandas del mercado laboral.
La tecnología está en su ADN
Este modelo educativo utiliza diversas herramientas y tecnologías para apoyar a estudiantes y educadores; por un lado, permite personalizar los contenidos y, por otro, adecuar los ritmos de aprendizaje democratizando el acceso a la educación.
El aprendizaje se vuelve activo, lo que permite al alumno mayor control, le brinda independencia y fomenta su autonomía. En este punto, valores como la autodisciplina o habilidades como la gestión del tiempo, cobran especial importancia e influyen en un mayor compromiso y motivación.
Sin embargo, su efectividad está condicionada por diversos factores. Necesita un diseño adecuado; no sirve añadir actividades online para reforzar la enseñanza presencial. Y su éxito va a depender, en gran medida, de la competencia tecnológica tanto de estudiantes como de docentes. Carecer de ellas o de acceso a la tecnología pueden ser graves obstáculos para la implementación del aprendizaje híbrido, sobre todo en entornos caracterizados por disparidades socioeconómicas.
Una vez superados, la enseñanza híbrida se ha convertido en una de las opciones favoritas de estudio por su capacidad de combinar las fortalezas de la tradicional y de la online; maximiza las ventajas de ambas mientras mitiga sus limitaciones y se adapta a nuestras necesidades y estilo de vida.
En esta línea, los resultados de la mayoría de los estudios realizados hasta ahora revelan que los estudiantes que participan en programas educativos de modalidad híbrida experimentan mejoras significativas en su rendimiento académico y niveles notablemente superiores de motivación, en contraste con los demás grupos que participan en las modalidades online o tradicional.
No obstante, la evolución constante de las tecnologías educativas y las prácticas pedagógicas revelan la necesidad de hacer más investigaciones con el objetivo de explorar la optimización del aprendizaje híbrido en diferentes contextos educativos.
Fuente:
Fundación Telefónica
https://profuturo.education/observatorio/tendencias/educacion-hibrida-un-camino-hacia-la-transformacion-educativa/
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