
Las tecnologías digitales han abierto una nueva era en el ámbito de la educación y han transformado el panorama del aprendizaje, con especial incidencia en la enseñanza online. Su crecimiento ascendente, sobre todo después de la pandemia de COVID-19, trae de la mano oportunidades y desafíos para estudiantes, docentes e instituciones.
El aprendizaje online se aborda en la encuesta anual sobre el uso de las TIC en los hogares y por parte de los individuos, a través de indicadores que miden el porcentaje de personas que completaron un curso online o usaron herramientas digitales para comunicarse con sus docentes.
En 2024, el 33% de los usuarios de Internet de la UE declararon haber realizado cursos online o haber utilizado material de este tipo de aprendizaje en los tres meses anteriores a la encuesta, lo que representa 3 puntos más respecto a 2023 (30%).
Irlanda registró el mayor porcentaje de personas que usan esta modalidad de aprendizaje (61%), seguida de Países Bajos (59%) y Finlandia (53%). Al lado contrario, se sitúan Rumanía (10%), Chipre (11%) y Bulgaria (17%), donde menos personas optaron por la enseñanza online.
España entre los tres primeros países de Europa
En cuanto a los métodos de aprendizaje online, el 18% de los usuarios de Internet entre 16 y 74 años realizó un curso en esta modalidad durante 2024, y los más frecuentes tuvieron lugar en Irlanda (36%), Finlandia y España (ambos 32%).
Al mismo tiempo, el 29% de los usuarios de Internet utilizó materiales de aprendizaje online, con fines educativos, profesionales o privados; los ciudadanos de Países Bajos (53%), Irlanda (52%) y Finlandia (46%) obtuvieron y la proporción más alta.
La IA, la ciberseguridad y el marketing digital a la cabeza
La inteligencia artificial, la ciberseguridad y el marketing digital figuran entre los cursos online más buscados en 2024. Alrededor del 40% de ellos forman y tratan de mejorar las competencias IA, lo que la consolida como una habilidad imprescindible para todos los trabajadores.
Entre las motivaciones para hacer un curso online figuran la mejora de las competencias interpersonales o simplemente para satisfacer la curiosidad. Y también se observa que los alumnos optan cada vez más por contenidos centrados en funciones que les permiten alcanzar una mejor cualificación para optar a trabajos específicos.
Internet como medio para comunicarse por videollamada o correo electrónico
La mayoría de la gente utiliza Internet principalmente para comunicarse. El 85% lo usa para hacer llamadas telefónicas, videollamadas o para enviar mensajes (mensajería instantánea como WhatssApp, Telegram…) y un 80% lo utiliza para enviar y recibir correos electrónicos. En Austria, España, Malta, Letonia, Chipre, Portugal, Italia, Bulgaria y Rumanía, los usuarios de mensajería instantánea superaron a los de correos electrónicos.
La encuesta recoge que, entre los que han utilizado Internet en los últimos tres meses, menos del 5% lo ha hecho al menos una vez a la semana, y que la tasa de usuarios diarios aumentó al 88% en 2024. Dinamarca y Luxemburgo superaron el 99%; al otro lado, Croacia (14%), Grecia (11%) y Portugal (10%) tuvieron las cifras más bajas.
En España, el 95% de la población de 16 a 74 años ha utilizado Internet de manera frecuente en 2024 (al menos una vez por semana en los últimos tres meses), y las mujeres superaron levemente a los hombres con un 95,3% frente a un 94,6%. El género se invierte en la franja de edad entre 16 y 24 años, con un 99,6% de hombres frente a un 99,9% de mujeres.
Al aumentar la edad, desciende el uso de Internet de manera frecuente tanto en hombres como en mujeres. El porcentaje más bajo corresponde al grupo de edad de 65 a 74 años (80,5% de hombres y 79,3% de mujeres). Y a medida que se eleva el nivel de estudios aumenta el porcentaje de usuarios frecuentes de Internet tanto en hombres como en mujeres. La brecha de género más alta, según nivel de estudios, corresponde al nivel de Primaria o sin estudios, con 19,3 puntos a favor de las mujeres.
Aumentan los hogares con acceso a Internet y se diluyen las diferencias entre zonas urbanas y rurales
De media, el 94% de los hogares de la UE encuestados tenían acceso a Internet en 2024. Países Bajos y Luxemburgo notificaron las tasas más altas, con un 99%, seguidos de Finlandia y Dinamarca, con un 97%; frente a Grecia y Croacia, que documentaron las tasas más bajas, con un 87%.
Sin embargo, cuando se comparan las tasas de 2024 con las de 2014, se observa un salto cuantitativo en países como Bulgaria (63%) y Rumanía (56%) que alcanzaron tasas superiores al 90% de hogares con acceso a internet; efecto también visible en Turquía.
En cuanto al acceso a Internet en zonas rurales de la UE respecto a zonas urbanas, la encuesta recoge cifras similares en países como Dinamarca, Luxemburgo, Países Bajos, Irlanda, Suecia, Bélgica, Malta y Alemania. Sin embargo, las diferencias aún persisten en Grecia y Bulgaria, sobre todo, con un margen del 15% entre las zonas rurales y las urbanas.
La brecha digital
El uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC) en los hogares ha crecido en los últimos años, si bien sigue existiendo la llamada brecha digital entre las personas que las utilizan y las que no. Esta brecha se puede atribuir a una serie de factores: la falta de infraestructura (en particular en las zonas rurales), la falta de conocimientos de informática y habilidades necesarias para participar en la sociedad de la información, o la falta de interés en lo que la sociedad de la información puede ofrecer.
La Agenda 2030 propone, como parte de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible, aumentar la investigación científica y mejorar la capacidad tecnológica de los sectores industriales de todos los países, en particular de los países en desarrollo. Entre las estrategias para alcanzarlos figuran el fomento de la innovación y el aumento del número de personas que trabajan en investigación y desarrollo por millón de habitantes y los gastos de los sectores público y privado en I+D.
Para ello, es necesario apoyar el desarrollo de tecnologías, la investigación y la innovación nacionales en los países en desarrollo, garantizando un entorno normativo propicio a la diversificación industrial y la adición de valor a los productos básicos. También, de aquí a 2030, se pretende aumentar considerablemente el número de jóvenes y adultos que tienen las competencias necesarias, técnicas y profesionales incluidas las TIC, para acceder al empleo, al trabajo decente y al emprendimiento.
Fuentes
Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de la Información y Comunicación en los Hogares. INE.
Estadísticas de sociedad de la información. Eurostat.
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